La Doctora Nereyda ha sido de gran ayuda para mi. Me ayudó muchísimo a aprender la importancia que hay en valorarse a uno mismo y a estar mental y emocionalmente estable después de luchar con eso por muchos años y siempre pone mi seguridad por delante y quiere siempre lo mejor para mi. Por eso estaré eternamente agradecida.

Llevo casi 7 años confiándole mis problemas y nunca me he sentido insatisfecha. Te brinda tal comodidad que es como hablar con un amigo de toda la vida, con la ventaja de que sabrá aconsejarte de manera objetiva, profesional y siempre a favor de tu bienestar. De cada consulta sales revitalizado e inspirado. 100% recomendada

Yo había intentado terapia muchas veces y nunca conseguía a un terapeuta que me hiciera sentir lo suficientemente cómoda para seguir asistiendo. Nereyda es la mejor de los mejores, 100% recomendada. Tengo un año asistiendo a terapia con ella y la evolución ha sido increíble, no tengo palabras para agradecerte tanto!

Empecé a hacer terapia cuando sentí que las cosas no iban bien en mi vida. Me sentía ansiosa, deprimida y traía muchas cosas de mi infancia con las que no había lidiado de la manera correcta. Desde la primera sesión me resultó muy fácil hablar con Nereyda. Ella me permitió abrirme cuando me sentí lista y hablar sobre cosas que se remontan a muchos años atrás y claramente estaban teniendo un impacto en mi vida. Me ayudó a ver las cosas bajo una nueva luz y también diferentes formas de manejar la vida.

Decidir cuándo ir a terapia es tan importante como con quien ir. Es quizás la relación más consciente que haces y así como cualquier relación necesitas que sea un gran aliado… llegar a terapia de la mano de Nereyda solo me confirmó que iba por el camino correcto. Es sentirse escuchado con empatía, cariño y una reflexión que se quedó conmigo. Puedo indagar en nuestras sesiones y sacar nuevas cosas. Comprendí la importancia del compromiso conmigo misma y lo sanadora que puede ser una hora de sesión.

Cuando conocí a Nereyda era un hombre infeliz porque dañaba mis relaciones de pareja. No lograba hacer feliz a nadie. Era infiel y no sabía cómo dejar de serlo. Decidí ir a terapia y gracias a ella pude cambiar mi enfoque de la vida. Pude romper con los patrones, aprendí a sentirme satisfecho y a cuidar mi estabilidad y bienestar emocional. Aprendí a no dejarme encantar por los cantos de sirena. Hoy en día, me siento bien y soy feliz. Siempre será mi terapeuta y la recomiendo 100 %.